El Yoga Sūtra de Patañjali. Libro I, Samādhi Pāda. Traducción y comentarios de T. K. V. DESIKACHAR.
INTRODUCCION

El Yoga Sūtra Patañjali es el corazón del yoga. El corazón hṛdaya, es lo que no cambia y Patañjali dio al yoga una definición y una forma permanente en su Sūtra. Sin embargo, el corazón sin prāṇa muere y ya no tiene importancia para nosotros. Desikachar explica que la relación de la enseñanza es el prāṇa o vida del Yoga Sūtra; es el maestro quien le da vida al corazón. El Yoga Sūtra es una herramienta poderosa para que un maestro pueda hacer que sea importante para el estudiante y así comunicarle el transformativo poder del corazón.
Desikachar hace hincapié en que lo que sigue es sólo una introducción porque el Yoga Sūtra es muy vasto en su campo de acción. Krishnamacharya dice que hay un océano entre atha e iti, la primera y la última sílaba del Sūtra. Cuando estudiamos el Sūtra con nuestro maestro, pareciera que de sus palabras saliera una comprensión significativa y poderosa, algunas veces de formas muy inesperadas. Es recomendable estudiar con alguien que, a su vez, haya estudiado y practicado con un maestro competente y cuyos tapas (práctica), svādhyāya (comprensión personal) e īśvarapraṇidhānā (devoción) hayan originado la claridad.
Patañjali presentó su trabajo en el estilo conocido como sūtras, donde se utilizan pocas palabras, así, está libre de la ambigüedad, lleno de esencia, su contexto es universal y afirmativo. El sūtra (de donde luego resulta suturar) une al maestro, a la enseñanza y al estudiante. Conforme el estudio del yoga y la práctica se desarrollan, el mensaje del Sūtra toma una resonancia más profunda y se vuelve más importante, más revelador. No puede haber prisa ni un esfuerzo exagerado para adquirir su entendimiento, debe ser un proceso natural.
No se sabe con seguridad quién fue Patañjali. Algunas personas piensan que es una encarnación divina de la serpiente Ananta, la que sostiene a todo el universo. Él es el Adhiśeṣa, “el primer sirviente de Dios,” quien “al estar tan cerca de él, conoce mejor sus enseñanzas.” Podemos asumir que Patañjali no creó la enseñanza del yoga, sino que la heredó de las inmensidades de los Vedas. Bajo la instrucción de un gran maestro, identificó en los Vedas todas las enseñanzas sobre la mente y las presentó en esta forma precisa y organizada. De varias formas, el antiguo Upanisads contiene todos los conceptos del yoga tales como Īśvara, kleśa, karma, guṇas, pūruṣa, samādhi, siddi, y kaivalaya. Sin embargo, en los Vedas se presentan sin seguir algún orden en especial, lo que dificulta su estudio de un modo coherente. Por lo tanto, es un gran regalo que Patañjali haya sistematizado las enseñanzas del yoga de los Vedas, en un accesible sistema de desarrollo.
A través de los siglos, la transmisión oral de maestro a estudiante, de la comprensión del yoga, fue posible debido a las palabras cortas y concisas del Sūtra y a sus significados. En la actualidad, Krishnamacharya tuvo el privilegio de aprender de su maestro Ramamohan Brahmachari, la complejidad de estas palabras en un nivel muy práctico. Asimismo, el estudio de Desikachar y su práctica con Krishnamacharya, tuvo como resultado la claridad y la relevante actualización de cada sūtra. A ellos no les interesa la especulación espiritual o filosófica. Y mejor aún, trajeron al yoga un rigor intelectual, la definición técnica y la práctica, que sirven para determinar los medios por los cuales cada persona puede reducir duḥkha (sufrimiento).
En contraste con otros sistemas de filosofía hindúes, donde se establece que nada es real excepto Dios, la posición de Patañjali dice que todo dentro de la experiencia de una persona es sat, “verdad” o “realidad” y no se puede negar. Aún duḥkha es sat y no nos debemos avergonzar ni reaccionar en contra de él. Todo tiene duḥkha. Forma parte de nuestra realidad y si lo reconocemos, nos servirá para despertarnos hacia más claridad y entendimiento. Como diría Krishnamacharya, “Gracias a Dios por el duḥkha,” al que describe como “el inevitable motivo para practicar.” Aún más, Patañjali aclara que todo en nuestra experiencia es cambiante; nada, incluyendo duḥkha, está en una condición estática. Por esta razón, si lo deseamos, podemos hacer cambios positivos en nosotros. Patañjali da innumerables medios, comprensibles para nosotros, que empiezan con la realidad actual de nuestra experiencia. Debemos empezar por el principio y Desikachar lo dice de manera sencilla: “Si a alguien que no puede encontrar su casa, usted le dice que ahí hay una olla con oro, esta persona se sentirá muy feliz. Pero, ¿de qué le sirve el oro si no puede encontrar la casa? Algo así sólo nos causa dolor. Primero debe encontrar la casa y entrar. Entonces tendrá muchas posibilidades de encontrar el oro.
Patañjali resume el proceso y las herramientas que ayudan al conocimiento personal. Si se seleccionan los medios apropiados y se practican con la ayuda de un maestro, se puede traer paz a nuestra mente agitada, y así una extraordinaria sabiduría y el bienestar son nuestro potencial. Este es el mensaje esencial de Patañjali comunicado por Krishnamacharya y Desikachar.
—Mark Whitwell
Samādhipāda
Los sūtras de Patañjali se presentan en cuatro capítulos. El primero se llama samādhipāda (el capítulo sobre samādhi). Este capítulo define al Yoga y a sus características, y discute los problemas que se encuentran en la búsqueda del estado de yoga y las formas como se pueden manejar estos problemas. Cada sūtra se presenta en la escritura original Devanāgarī con una transliteración del Sánscrito, una traducción en cursivas y el comentario.
1.1

El primer sutra presenta el tema estudiado, tal y como exige la tradición oral. Según las convenciones de la literatura sánscrita antigua, la primera palabra, atha, aporta la connotaci6n de plegaria tanto para un principio favorable como para una culminación exitosa del trabajo subsiguiente.
Aquí comienza la enseñanza del Yoga que ejerce autoridad
Patanjali señala el origen antiquísimo del tema tratado. Él no es su creador pero lo ha estudiado hasta un nivel suficientemente profundo bajo la tutela de su propio maestro; ahora es competente para compartir su comprensión con sus discípulos. Su sistema de transmisión será tal que ellos podrán, a su vez, transmitir directamente esta enseñanza a sus propios discípulos por los métodos orales tradicionales.
1.2

¿Qué es el Yoga? Esta palabra comporta múltiples interpretaciones y connotaciones. Patanjali explica su comprensión de la palabra.
El yoga es la aptitud para dirigir la mente exclusivamente
hacia un objeto y mantener esa dirección sin distracción alguna.
El objeto puede ser concreto, externo a nosotros o bien parte de nosotros. Puede ser un campo de interés, un concepto o algo que sobrepase el nivel de los sentidos, como Dios, por ejemplo.
1.3

Entonces nace la capacidad de comprender plena y correctamente el objeto.
En un estado de Yoga las ideas preconcebidas y los productos de la imaginación, que pueden impedir o deformar la comprensión, son dominados, reducidos o eliminados. Se superan la tendencia a cerrarse a una comprensi6n abierta o la incapacidad de comprender.
1.4

En ausencia del estado mental llamado Yoga,
La aptitud para comprender el objeto se ve simplemente reemplazada por la concepción que la mente tiene de dicho objeto o bien por una falta total de comprensión. Una mente agitada raramente puede seguir una dirección. Si, a pesar de todo, lo consigue, la comprensión del objeto dado es errónea.
1.5

¿Qué es la mente? Patanjali la define como el conjunto de actividades que la ocupan. No puede ser percibida al margen de estas actividades
Las actividades de la mente son cinco. Cada una de ellas puede ser beneficiosa y puede causar problemas.
No es posible ver si estas actividades son beneficiosas o fuente de problemas. Sólo el paso del tiempo confirmará sus efectos.
1.6

Las cinco actividades son: la comprensión, el comprensión defectuosa, la imaginación, el sueño profundo y la memoria.
Cada una de estas actividades posee sus propias características. Aunque no sean siempre evidentes y manifiestas, pueden ser individualmente reconocibles. El predominio y efectos de cada una de ellas sobre nuestro comportamiento y actitudes se combinan para constituir nuestras personalidades .
1.7

Se define cada una de las actividades.
La comprensión se basa en la observación directa del objeto, la inferencia y la referencia a
autoridades dignas de confianza.
La mente puede reconocer un objeto directamente por los sentidos. Cuando la información
disponible es incompleta o inadecuada para la percepci6n sensorial, otras facultades como la lógica y la memoria pueden permitir, por inferencia, una comprensión más completa de dicho objeto. Cuando no es posible ninguna comprensión directa, la referencia a autoridades dignas de confianza (como un escrito o una persona en quien se confía) puede permitir, indirectamente, la comprensión. De este modo comprendemos lugares, personas o conceptos que están fuera de nuestra experiencia directa. La comprensión que existe en un estado de Yoga es distinta de la que puede existir en otros momentos, ya que la primera está más cerca de la verdadera naturaleza del objeto.
1.8

La comprensión defectuosa es la comprensión que se toma por correcta hasta que condiciones más favorables revelan la naturaleza real del objeto.
La comprensi6n defectuosa pasa por ser la actividad mental más frecuente. Puede nacer de la observaci6n defectuosa o de la mala interpretación de lo que se ve. Esto se debe a nuestra incapacidad para comprender en profundidad lo que vemos, a menudo, a causa de nuestras experiencias pasadas o de condicionamientos. El error se puede reconocer más tarde o nunca. El objetivo de la práctica de Yoga es reconocer y dominar las causas de la comprensi6n defectuosa (ver capítulo II).
1.9

La imaginación es la comprensión de un objeto, basada sólo en palabras y expresiones, incluso en ausencia del objeto.
Es lo que ocurre en ausencia de toda percepción directa. Tomar como referencia significado,
connotaciones o implicaciones de palabras descriptivas guía la imaginaci6n hacia la comprensión. Si dichas palabras se usan poética o elocuentemente, la imaginación será todavía más viva. Puede también aparecer por otros medios, como los sueños, los sentimientos y las emociones. Las experiencias pasadas, almacenadas en forma de memoria, contribuyen frecuentemente a la emergencia de esta actividad mental.
1.10

Hay sueño profundo cuando Ia mente está inmersa en la pesadez y ninguna otra actividad está presente.
El sueño es una actividad normal y regular de la mente. Hay un tiempo destinado para él. Pero la pesadez puede ser también provocada por el tedio o el agotamiento, que provocan sueño. El sueño es un estado normal para todos los seres vivos.
1.11

La memoria es la retención mental de una experiencia consciente.
Todas las experiencias conscientes dejan una huella en el individuo y se almacenan en forma de memoria. No es posible afirmar si un recuerdo es verdadero o falso, si es incompleto o imaginario.
Todas y cada una de las actividades de la mente confirman su existencia. Son complejas y se interrelacionan de manera que cada una, tal vez excepto el sueño, debería ser considerada como una matriz o tipo de actividad más que como una entidad diferenciada con características propias y definidas. Cada una de ellas puede, en momentos y circunstancias diferentes, ser beneficiosa o dañina. Los efectos pueden ser ya directos o inmediatos, ya indirectos, como consecuencia ulterior de su manifestación.
1.12
¿Cómo se llega al estado del yoga? ¿Qué debemos hacer y qué evitar?

La mente puede alcanzar el estado del Yoga por medio de la práctica y del desapego.
1.13
¿Cuáles son las características esenciales de esta práctica y de este desapego? Aunque no se especifiquen aquí las técnicas correspondientes, los dos sutras siguientes señalan sus cualidades.

La práctica es, fundamentalmente, el justo esfuerzo necesario para avanzar hacia el estado de Yoga, alcanzarlo y mantenerlo (ver 1.2).
Las prácticas elegidas deben ser correctamente aprendidas junto a un instructor competente y guiadas por él. Este instructor debe comprender el carácter personal y social del alumno. Débil es la esperanza de alcanzar un buen resultado si un alumno dado no obtiene y sigue una práctica apropiada.
1.14

Sólo si la práctica adecuada se mantiene largo tiempo, sin interrupciones, con las cualidades de celo y actitud positiva, puede ésta triunfar.
Siempre existirá una tendencia a comenzar la práctica con entusiasmo y energía, un deseo de rápidos resultados. Pero las persistentes limitaciones de la vida cotidiana y la enorme resistencia de la mente nos incitan a ceder a las debilidades humanas. Estas son tendencias comprensibles, todos las compartimos. Este sutra insiste en la necesidad de abordar la práctica con sobriedad, en actitud positiva, con autodisciplina y visión a largo plazo de un éxito final.
1.15
A medida que desarrollamos correctamente nuestra práctica, constatamos el crecimiento de
nuestra capacidad de disciplinarnos y de rechazar influencias parásitas. Finalmente, podemos llegar al estado de desapego cuando,

En el más aIto grado hay ausencia total aspiración a contentar los sentidos o a vivir
experiencias extraordinarias.
La práctica y, el desapego aportan múltiples beneficios, como el incremento de la fuerza física y la destreza, de la vigilancia y la sensibilidad. En este punto corremos el peligro de caer en la tentación de usar nuestros nuevos dones para probar la superioridad de nuestro estado. Pero estas nuevas aptitudes son beneficios secundarios y tentaciones dispersoras.
Si les concedemos excesiva importancia, acecha el peligro de perder de vista la vía hacia el Yoga.
1.16
Además,

Quien ha alcanzado la plena comprensión de su verdadero ser ya no se verá perturbado por influencias que le distraigan, tanto en su interior como a su alrededor. El desapego se desarrolla a la par que la comprensión de sí. Los inevitables deseos de diversión no pueden ser suprimidos ya que, si lo fuesen, reaparecerían más tarde. 1.17

Entonces el objeto es gradualmente comprendido de manera plena. Esta comprensi6n es, aI principio, mas o menos superficial pero, con el tiempo, se hace mas profunda. Llega un día en que es total. Nace una alegría pura como consecuencia de una tal profundidad de comprensión ya que entonces el individuo está tan unido aI objeto que pierde conciencia de lo que le rodea.
Tal nivel de percepción de la naturaleza del objeto es sólo posible en el estado de yoga. Con frecuencia entendemos los elementos más superficiales y mas evidentes de dicho objeto. Pero una comprensión es incompleta hasta que hemos alcanzado la percepción en el nivel más profundo, sin ningún error.
1.18
Cuando la mente se eleva al estado de Yoga y permanece en él,

Las perturbaciones mentales habituales están ausentes. A pesar de ello, los recuerdos del pasado subsisten.
En estado de Yoga, la percepción es inmediata, no gradual. Los recuerdos se mantienen para ayudarnos a vivir lo cotidiano pero ya no engendran distracción.
1.19
Inevitablemente, puesto que millones de seres comparten el mundo con nosotros,

Habrá algunas personas nacidas en un estado de Yoga. No necesitan ni practicar ni disciplinarse.
Pero tales casos son muy raros. No pueden ser copiados ni deberían ser imitados. Algunos de entre ellos corren el peligro de sucumbir a las influencias mundanas y perder sus cualidades superiores.
1.20
Pero, ¿qué ocurre con los demás, con nosotros? ¿Existe realmente una posibilidad de conseguir este estado de Yoga?

Gracias a la fe, que proporcionará Ia energía suficiente para superar todas las situaciones, se
mantendrá la dirección. La consecución del objetivo del yoga exige tiempo.
Este objetivo es la aptitud para dirigir la mente hacia un objeto dado, sin la menor distracción. Con el tiempo se obtiene como resultado una comprensión clara y correcta del objeto escogido. La fe es la convicci6n inquebrantable de que se puede conseguir este objetivo. No debemos detenernos por la complacencia del éxito ni descorazonarnos en el fracaso. Debemos trabajar dura y firmemente a través de todas las distracciones, independientemente de que nos parezcan buenas o malas.
1.21

Entre más intensas sean la fe y el esfuerzo, más cerca está el objetivo.
1.22

¿Tenemos, podemos tener todos la misma posibilidad?
La profundidad de la fe varía inevitablemente de una persona a otra y, en una misma persona, varía con el tiempo. Los resultados reflejaran estas variaciones. Estas variaciones son inherentes a la condición humana. Son un producto de la cultura y de la capacidad de cada individuo.
1.23
Patanjali reconoce que las tentativas que se hacen para cambiar nuestra mente en dirección hacia el estado de Yoga chocan con obstáculos de fuerza variable. Sin embargo, para quienes poseen una fe innata en Dios o la desarrollan con el paso de los años,

Ofrecer regularmente plegarias a Dios, con sentimiento de sumisión a su poder; permite ciertamente alcanzar el estado de Yoga. En los siguientes sūtras, Patañjali nos da su definición de Dios.
1.24

Dios es el Ser Supremo cuyas acciones nunca se basan jamás en la compresión defectuosa.
1.25
¿Cómo puede ser Dios tan extraordinario?

Él conoce todo lo que se puede conocer.
Su comprensión está más allá de cualquier comparación con el ser humano.
1.26
¿Está sometido Dios, según Patanjali,al tiempo o es intemporal?

Dios es eterno. De hecho, es el último maestro. Él es la fuente de guía para todos los maestros: pasados, presentes y futuros. 1.27
¿Cómo nos debemos referir a Dios? ¿Cómo nos debemos dirigir a él?

La forma más apropiada tiene en cuenta las cualidades de Dios.
En culturas y religiones diferentes, se usan palabras distintas para describir a Dios y a sus cualidades. Es más importante que nos expresemos de Dios con el más grande respeto y sin ningún conflicto. En esto, un maestro puede ser de gran ayuda.
1.28
¿Cómo nos relacionamos con Dios?

Para relacionarnos con Dios, es necesario dirigirnos regularmente a él de la forma apropiada y reflexionar sobre sus cualidades.
Patañjali sugiere la necesidad de una reflexión constante sobre las cualidades de Dios. Esto es más fácil con la recitación repetida de Su nombre, junto con la plegaria y la contemplación. Pero ni la repetición maquinal ni la plegaria mecánica sirven para nada. Estas prácticas deben hacerse con plena conciencia, en una actitud de consideración y profundo respeto.
1.29
Para quienes tienen fe en Dios, estas reflexiones serán inevitablemente beneficiosas.

Llegará un momento en que la persona percibirá su auténtica naturaleza. Ya no se verá perturbada por ninguna de las interrupciones que pueden aparecer a lo largo de su camino hacia el estado de Yoga.